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Vuelvo enseguida

Llegada a Bombay

Yo a la llegada a India le llamo mas bien alunizaje. Llegada a otro planeta. Cambio de chip, borron y cuenta nueva, punto y aparte.

Sali del aeropuerto de Bombay y me recibio una humedad densa, cargada, una atmosfera irrespirable y un calor infernal. No pasaba nada. Estaba en Bombay, India, pleno monzon, ciudad costera. Me daba igual que hiciese calor, frio, tronase o nevase. En menos de media hora, debido a una inusual eficacia de los controles de pasajeros en el aeropuerto, estaba en la puerta con mi mochila y un taxi esperando que debia llevarme al centrico barrio de Colaba, al sur de la ciudad. Encantada de la vida.

Bombay me gusto nada mas llegar. Es una franja de tierra en medio de un mar sucio, de color chocolate, del que sube una humedad imposible de describir. En las zonas de tierra, la vegetacion se come literalmente las calles. Es por eso que hay tanta humedad y tantos mosquitos. Como una gran urbe en medio de la jungla, rodeada de palmeras y cocoteros y plantas de todos los tamanos. La ciudad es bonita, sin duda. Mucho mas que Delhi o Agra. Me gusta Bombay porque destila alegria, movimiento, intensidad. Un lugar absolutamente abierto y cosmopolita, ruidoso, descomunalmente grande pero no intimidatorio. Hay por todas partes edificios coloniales, zonas verdes, avenidas amplias. Tambien hay semaforos, papeleras y pasos de peatones. Es la ciudad mas ordenada que he visto en India, la mas occidental, aunque hay anos luz entre esto y Barcelona, por ejemplo. Unos pajaros enormes y negros vuelan sobre los edificios, sobre las palmeras, sobre la vegetacion que devora las calles. Y siempre sopla un viento fuerte que trae olor a salitre. Y la gente en Bombay es especialmente amable y social. La calle esta permanentemente llena de gente que pasea, familias que compran globos a sus hijos o dan de comer a los pajaros. A pesar de la lluvia, me encontraba a gusto alli, pero queria marcharme pronto al Rajasthan, donde el clima es mas seco, y dejar Bombay para diciembre, cuando hiciese una temperatura mejor.

Escogi un hotel barato, porque Bombay es una ciudad carisima. Era un poco cutre, pero estaba limpio y tenia la puerta de la India a dos pasos, con lo que me ahorraba mucho dinero en taxis. En Bombay no hay rickshaws, y los taxis tienen tarifas mucho mas elevadas, asi que segun como suele salir a cuenta pagar algo mas y alojarse en el centro.

El primer dia en Bombay ya sucedio algo curioso. El dueno del hotel me propuso trabajar como extra en un anuncio para television, y evidentemente acepte. Toda una experiencia que me tomo una manana y por la que me pagaron 500 rupias, el precio de una noche en mi hotel. Fue divertido ver el modo de trabajar que tiene esta gente, que en el cine no difiere mucho del resto de las actividades: 80 personas para trabajar, y parece que nadie sabe que debe hacer. Todo lo que se aprecia es caos y confusion. Y el director dando gritos por un megafono. Y repitiendo diez veces cada escena. Mi trabajo consisitia en sentarme a una mesa en una terraza, en un segundo plano, y dar las gracias al camarero que me traia una taza vacia y un plato de pasteles de plastico. Desde luego, el dia fue entretenido.

Al dia siguiente quise ir a visitar un orfanato que estaba en las afueras de Bombay, en una localidad llamada Thane. Una hora de tren, y luego rickshaw. Pero en Thane nadie hablaba ingles. Fue totalmente imposible que el conductor del rickshaw entendiera a donde queria ir, y me tuvo dando vueltas durante casi una hora, hasta que me canse y le pedi que me llevara de vuelta a la estacion. De vuelta a Bombay, a mi hotel. Todo esto cargada con mi mochila, porque ya habia hecho el checkout. Tuve que pedir otra habitacion por una noche mas, dirigirme a la estacion de trenes Victoria Terminus y adquirir un billete para Jodhpur, en el Rajasthan, con salida al dia siguiente al mediodia.

Lo bueno que tuvo la "excursion" a Thane fue que pude probar los trenes locales indios. Utilice el vagon reservado a las mujeres, y debo decir que me sorprendio gratamente comprobar que ellas se comportan de manera mucho mas desinhibida cuando estan solas. Estuve todo el camino hablando con unas y con otras, haciendo fotos y partiendome de risa cuando una abuela aplasto una cucaracha de tamano gigante mientras su nieta se tapaba los oidos con una mueca de asco. Crujen como las patatas fritas. Aqui se le quitan a una las manias, desde luego.

A pesar de todo, el martes por la manana me levante con el cuerpo destemplado y algunas decimas de fiebre. Tambien estaba un poco decaida de animo. Imagino que fue el calor, los mosquitos, la contaminacion de Bombay, yo dando vueltas por Thane sin que nadie me entendiese una palabra, el recepcionista del hotel poniendo cara de circunstancias y diciendome que no tenia un termometro para comprobar si tenia fiebre. Sali a buscar agua y a dar un paseo, y entonces tuve una enorme sorpresa. Oi mi nombre a gritos, y al girarme vi a Jaime, un amigo y companero de trabajo. Los dos sabiamos que estariamos en India por las mismas fechas, pero, tal y como habiamos planeado los viajes, no ibamos a coincidir en Bombay. Pero yo no habia previsto pasar tantos dias en la ciudad, y para cuando el llego yo aun seguia alli. Por poco tiempo, sin embargo, porque mi tren salia solo al cabo de un par de horas. Las pasamos dando vueltas y tomando algo fresco en un bar, y luego tome un taxi en direccion a la estacion de tren, ya sin fiebre y con el animo en forma.

Y en la estacion de trenes de nuevo me di con la incompetencia india. Es tremendo. En general, no se pueden dejar cosas importantes en manos indias. Cuesta muchisimo encontrar gente trabajadora y competente en este pais. Pregunte a unos policias en que anden debia esperar a mi tren, y me dijeron un numero equivocado. Estuve media hora esperando un tren que no iba a llegar, mientras el mio salia de otro anden, en la misma estacion. Y lo perdi. Debi cancelar el billete y comprar uno nuevo para ese mismo dia, porque no queria pasar otro dia en Bombay. Le expuse el caso a uno de los funcionarios, que resulto ser el mas eficiente del lugar. Me hizo saber que no habian billetes disponibles para Jodhpur, pero si para Jaipur. Me daba igual. Compre el billete para un trayecto de 19 horas en direccion a un lugar donde ya habia estado y que no pensaba visitar, pero que ya se encontraba cerca de otros lugares a los que si queria ir.

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