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Vuelvo enseguida

VARANASI Y CALCUTA

Lo mejor que tiene para mi Varanasi es que puedo pasarme horas sentada en los ghats mirando lo que hace la gente sin llegar a aburrirme nunca. A cualquier hora del dia hay alli gente banandose, haciendo yoga, pidiendo dinero o vendiendo lo que sea, y tanto el escenario como los personajes que pululan por alli son dignos de ser observados. En cuanto la gente de tu alrededor se da cuenta de que no tienes intencion de comprar nada ni de dar limosnas es posible algo de tranquilidad y silencio. Asi pase los dias en Varanasi. Sin hacer nada en concreto, pero absolutamente activa.

En Varanasi cogi un resfriado un poco mas importante de lo normal (no se que pasa en esa ciudad que todo el mundo se pone enfermo), acompanado de una infeccion de gargante bastante dolorosa. Decidi preguntar por un medico y me dirigieron a uno, que me "examino" en su "consultorio" en menos de dos minutos y me receto unas pastillas. La verdad, ni idea de lo que eran, porque el medico practicamente no hablaba ingles, pero yo me las tome igual. Salia al cabo de dos dias en direccion a Calcuta y no queria encontrarme mal en el trayecto. Ademas, me imponia Calcuta. Por lo que tenia entendido era un lugar bastante duro: una ciudad enorme, fea y posiblemente en la que hay mayor cantidad de gente viviendo en la calle. Aunque en ese sentido ya iba algo curada de espantos, no sabia hasta que punto el alunizaje (la llegada a Calcuta fue un alunizaje en toda regla) iba a sentarme bien.

Mi tren salia a las 16.25 de la estacion de Varanasi Junction, y llegaba a Calcuta 14 horas mas tarde, es decir, a las 7.30 de la manana. Y si, llego a las 7.30, pero de la tarde. Ni mas ni menos que 12 horas de atraso, mas de un dia entero metida en un tren con mi mochila ocupando la mitad de la cama y todos los indios del vagon mirandome fijamente hasta llegar a atacarme los nervios. No lo entiendo, la verdad. Yo puedo pasar muchas horas en silencio sin practicamente hacer ningun movimiento, y mas todavia si estoy cansada. Se supone que cuando llevas siete horas mirando algo que no se mueve, llega un momento en que te aburres. Pues los indios no. Los indios siguen mirando fijamente, horas y horas, sin cansarse nunca. Lo mejor que me pudo pasar es que al poco rato de empezar el trayecto me subio la fiebre de tal manera que me tumbo por diez horas, asi que al menos descanse bien. Pero para cuando llegue a Calcuta estaba al limite de mi resistencia fisica y mental, habia pasado treinta horas sin comer nada y estaba agotada. Solo queria llegar al hotel, estar sola y dormir.

La llegada a Calcuta, a parte de mi cansancio, fue tremenda. Tenia entendido que solo la estacion de Howrah es perfectamente representativa de la ciudad, y es absolutamente cierto. Inmensa, ruidosa, caotica, y un poco intimidatoria, pero por algun motivo me gustaba muchisimo. Y puedo decir lo mismo de Calcuta en si misma. No se como describirlo, pero llegar a Calcuta es algo asi como sumergirse en un submundo, como entrar en otra dimension. O al menos eso fue para mi. La polucion, el ruido, la actividad frenetica a todas horas, las luces de neon verdes y rojas, la musica atronando, el ambiente que deja intuir un mundo mas complejo y sordido que otros lugares, todo hace de Calcuta un lugar descomunal y cercano a partes iguales, donde uno puede sentirse a ratos como en casa y a ratos absolutamente perdido. Todo esto lo intui nada mas llegar a la estacion, y los dias que llevo en esta ciudad me van confirmando cada vez mas esa primera impresion. Si tuviera que describirla en pocas palabras, diria que Calcuta estimula, es un asalto a los sentidos y a las percepciones, algo violento quizas, pero que no deja a nadie indiferente. Desde el primer momento me senti bien en Calcuta, y tambien desde el primer momento estuve segura de que la ciudad me iba a gustar mas que ninguna otra en la que hubiese estado previamente.

Y no me he equivocado. Despues de una semana aqui, creo que puedo decir que, de los sitios en los que he estado en este pais, me quedo con Calcuta. Sin lugar a dudas. Aun es pronto para sacar conclusiones o para saber por que motivo este lugar me gusta mas que otros, y tampoco quiero pararme a pensarlo. De momento me limito a disfrutar de la experiencia de vivir de lleno en una ciudad india, en una metropolis inmensa colapsada de ruido, gente y coches, siguiendo la especie de rutina que me proporciona el voluntariado. Para no extenderme mucho con el tema, dire que mi tiempo se reparte entre Shanti Dan, Kalighat y New Light. Shanti Dan es un centro en el que hay mujeres con problemas mentales, que se han quedado asi despues de haber sufrido algun tipo de trauma. Kalighat es a donde van los enfermos terminales, y se les proporciona techo, comida y medicacion (aunque lo de medicacion es un decir) hasta que simplemente se mueren. Y New Light no tiene nada que ver con las monjas de la caridad, sino que lo llevan dos indios que se dedican a cuidar de los hijos de las prostitutas de Calcuta mientras sus madres trabajan, ellos se ocupan de que vayan a la escuela e impiden que esten en la calle mendigando. Aunque las hermanas de la caridad y New Light son como la noche y el dia a nivel de ideologia, me encuentro a gusto en ambos. El voluntariado se ha convertido en algo asi como un trabajo para mi, en algo que me llena muchisimo y donde recibo mil veces mas de lo que doy. Y solo llevo aqui una semana.

A parte del voluntariado en si, y de Calcuta que como ciudad me encanta, en el hotel donde me alojo el 90 por ciento de los huespedes son espanoles, y todos son voluntarios, asi que lo que no falta es gente con la que estar, se suelen frecuentar los mismos bares y se esta por las mismas zonas. Es un poco como vivir en un pueblo con los colegas. Yo encantada. Tanto que cuando algunos propusieron hacer una excursion de unos dias a Varanasi y al Nepal me apunte al carro sin pensarmelo. Pero cuando se es mucha gente suele ocurrir que las cosas van muy lentas, y para cuando nos pusimos de acuerdo en los destinos y las fechas ya no quedaban billetes para todos. Y yo me lo pense dos veces. Se trataba de ir a Varanasi, estar alli un par de dias y volver, y me parecio una paliza de tren, sobre todo teniendo en cuenta que acababa de llegar de alli. Y realmente me apetecia quedarme en Calcuta, pasar tiempo aqui, irme solo cuando ya estuviese saturada de la ciudad. En la oficina de reservas nos dijeron que no habia billetes para todos, y alli mismo decidi no ir, aunque me hacia ilusion ir con el resto de la gente. Estoy segura de que esta hubiese sido totalmente diferente de las otras dos veces que he estado en Varanasi y de que lo hubiese pasado genial, pero no me arrepiento de haberme echado atras. En lugar de Varanasi y Nepal compre un billete para Darjeeling, una estacion de montana a los pies de los Himalayas, y me voy para alla dentro de un par de semanas, cuando ya vaya a necesitar aire puro, clima frio y pasar unos dias sola. Por muy bien que me lo este pasando en Calcuta no voy a curarme de la antisocialidad asi como asi, nononono...

Nada mas por ahora, dare mas detalles del voluntariado en el proximo mail... Gracias de nuevo por los vuestros, en un mes he recibido mas de 70!!

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